La tradición se remonta a los Celtas, cuando los druidas creían en el poder del roble y la caída de las hojas marcaba el final y el comienzo, como símbolo de renovación.
El 31 de Octubre era el día en que finalizaba el año para ellos, y creían que vida y muerte se confundían esa noche, con el regreso de los espíritus de sus muertos.
Algo quedó de todo aquello tras la cristianización, entonces los antiguos ritos se mezclaron con las nuevas doctrinas y es así como los Santos y los no tanto se fundieron en una única cosa.
Más adelante el irlandés Jack O´Lantern pactó con el diablo en tan mágica noche y le vendió su alma por unas pintas de cerveza, o más bien por las monedas necesarias para pagarse unas rondas. El caso es que el tal Jack debió ser una buena pieza, aunque hombre de palabra, pues llegada su hora quiso cumplir su parte del trato y a su llegada al infierno lo despacharon de allí. Para que no se perdiese en su camino de vuelta le proporcionaron unos carbones encendidos para que se alumbrara. Jack decidió hacerse una lámpara, y se le ocurrió la idea de vaciar una calabaza, hacerle unos agujeros y meter dentro los carbones encendidos. ¡Ya tenemos la calabaza!
Los descendientes del diseñador, en su viaje a las Américas, se llevaron con ellos las calabazas del tío Jack, y nunca se arrepentirán lo suficiente de no haber registrado el invento.
No se sí algún irlandés, sobrino o nieto de Jack se confundiría de ruta y en vez de llegar a América aterrizase en Cuenca, (y ¿qué se le habría perdido a este buen hombre en Cuenca?), el caso es que también allí los niños vaciábamos las calabazas, les poníamos una vela dentro, y la víspera de Los Santos, desafiando a nuestros propios miedos, llamábamos a las puertas de los vecinos que cuando abrían se encuentran con unas cuantas “calaveras” realmente aterradoras. En ocasiones el vecino se aterrorizaba creyendo ver una aparición, pero la mayoría de las veces éramos los propios niños los que salíamos asustados del trance, (al menos así lo recuerdo yo).
Los más mayores, los adolescentes, en vez de ir con la frase del truco-trato embadurnaban las cerraduras, para que no entrasen en las casas los malos espíritus, con “Puches” una suerte de papilla de harina y azúcar, que ellos mismos habían cocinado, (yo creo que se preparaban sus madres y abuelas porque aquello estaba hasta bueno).
Y los mayores de verdad, se quedaban en casa viendo “El Tenorio” que, según Zorrilla, se atrevió a conjurar las almas de los caídos por su espada, en el cementerio la mismísima noche de todos los Santos.
Así que sin disfraz, y sin saber que eso era “Halloween” yo también he ido de casa en casa luciendo una hermosa calabaza.
El dibujo del bordado es de Authen-tic.
El dibujo del bordado es de Authen-tic.
Y ahora que me fijo, este blog, tan naranja y verde...¿no os parece un poco "jalowin"?
Cristina, me gustan tanto tus posts.
ResponderEliminarAprendo mucho de historia.
Y curiosidad, anoche empecé el mismo gráfico de Authentic.
Te ha quedado precioso conjuntado con la telas del borde.
Un beso
Digna
pues sí que te quedaron chulas las calabazas pero............. ¿lo mío dónde está? jjjjj las telas te van a quedar muy bien, no te preocupes, esta colcha es justo para aprovechar todos los trozos de tela que no damos sacado de delante!
ResponderEliminarbiquiños
Conocía esta història pero desde hace poquito. Antes creía que era un invento yanqui. Me gusta como lo has contado!
ResponderEliminarMuchos besicos
Qué interesante!!!! Aquí en Argentina no termina de "prender" como tradición, pero algunos indicios hay en lugares con mucho turismo extranjero, o en colegios ingleses o americanos, y quizás alguna fiestita en una casa de familia para los chicos. Pero no vemos decoraciones, ni hay niños pidiendo caramelos por las casas, nada de eso.
ResponderEliminarMuy lindo post, y precioso bordado.
Bonita historia. Me gustan tus calabazas. Esta semana decoraremos nosotros la casa también. Es que nosotros nos apuntamos a todo lo que nos gusta, venga de donde venga.
ResponderEliminarUn post muy interesante, me gusta como lo has contado, y tu trabajito también me gusta.
ResponderEliminarBss
Bonito quilt y gracias por esa historia tan interesante.
ResponderEliminarBesossssss
Que chulo, a mi me encanta toda la parafernalia de halloween, me encanta la tela que has puesto, donde la conseguiste? Un besin, Nieves
ResponderEliminarAyyyyy...que me apetece levantar el tapiz para curiosearte en los libros!! qué manitas eres con los las telas e hilos, qué suerte. A pesar de tanta invasión extranjera en esto de las tradiciones, a mí siempre me gustó nuestra celebración, esa curiosidad y gustillo que te produce lo que te da algo de miedo. Y esas lecturas del cole, del Duque de Rivas o de Bécquer..
ResponderEliminarUna historia muy muy interesante y la cual desconocía, gracias por contarla, sobre todo la de cuenca y cuando eras niña! !preciosa, al igual que el bordado!.
ResponderEliminarBss
Qué bonito te ha quedado este panel!! muy mono el bordado! Muy interesante la historia :) Besos!
ResponderEliminarHolaaaaaaa... muchas gracias por tan interesantes pots .... y ese bordado ... divinoo .... feliz semana y besotes
ResponderEliminarPues yo no era muy de calabazas, pero mira esta historia me ha gustado, es muy interesante....
ResponderEliminarLas tuyas han quedado chulas, chulas!!!
Un besote.
Yo sí que conocía la historia; Halloween es totalmente europeo!
ResponderEliminarAsí que a no acomplejarse y a disfrutarlo como más nos apetezca; a mí particularmente toda la parafernalia del día me encanta: los disfraces, las fiestas, las hogueras, los adornos en las casas....y los dulces típicos del día.
Qué entrada tan chula, Cris!!
Me encanta tu entrada, aprendo mucho, creo que me lo voy a aprender,, y así chuleo un poco, jajaja, Besos
ResponderEliminarYo nunca he sido mucho de celebrarlo pero todo lo que sea divertirse viene bien para desconectar , sobre todo en esta época que estamos viviendo.
ResponderEliminarEl bordado está precioso, me gusta mucho.
Besinos.
En relación a esos asuntos criminales que resolvemos a medias (jeje), has leido el último de Asa larsson, "la senda oscura"? Lo terminé anoche. Me estaba decepcionando un poco pero tiene un final trepidante. A ver si hoy acabo "ojos de agua", de Domingo Villar, me está gustando muy mucho :)Por cierto, yo no celebro ni festejo halloween, pero haré un dulce con calabaza, arnadí, típico de mi pueblo.
ResponderEliminarSaludos
Antara Celetna. Buscando Comienzos
Que me volví a pasar por aquí y viendo el comentario "anónimo" tengo que colarme para recomendaros a Domingo Villar!! Y el segundo "la playa de los ahogados" todavía está mucho mejor que "Ojos de agua". Besines!
ResponderEliminarno soy de esta tradicion hallowen pero es cierto que hace muchos años...recuerdo lo de las calabazas...seguro que algún pariente pasó por asturias...jeje.
ResponderEliminarbexinos
¡¡ Que bonito !!
ResponderEliminarMe encanta.
Un saludo.
Un post súper interesante y tu bordado es chulíiisimo!!!
ResponderEliminarBicos.
Hola guapa!!, ya lo digo en mi blog..no soy muy halowinera..pero me ha encantado leer tu post y conocer un poco más de esa tradicion!...a mi lo que me gustaria es que no se olvidasen las otras a favor de otra, sea la que sea :)...pero bueno..viva la globalizacion!!!!:)
ResponderEliminarmuchos besitos salseros!!!
Juana
Esta historia ya la había oído antes. En Asturias se hacía algo parecido, pero ahora ya está todo "yankizado", confundiendo orígenes. Eres de Asturias tú, o quizás de Cuenca, o qué relación tienes con Asturias? Besos y te voy leyendo. Gracias por hacerte seguidora, espero que te agrade lo que veas en mi blog y poder leer tus comentarios.
ResponderEliminarHola Preciosa.
ResponderEliminarVeo que tu haciendo dulces ricos, y yo haciendo cuadros de la DIDI,a este paso no vamos a mojar la calabaza ni este año, ni el que viene, jajjaja. Muy chuli el post, y nuestra tradición, era la celta que se llama Shamain, y a mi particularmente, me gusta mas que hallowen, y es el inicio del nuevo año,según la rueda del año del calendario celta. un besazo y seguimos en contacto.